“El Coworking crece en la Argentina: cada día hay más inmobiliarias que ofrecen alquilar oficinas para profesionales independientes, que quieren compartir el ámbito laboral”, aseguró Pablo Molouny (foto), gerente general de Trabajando.com, en diálogo con El Informatorio Blog.
A nivel regional, el mercado local ejerce un liderazgo interesante. Al menos, en Buenos Aires funciona el primer espacio de Cotrabajo de Latinoamérica, Cowork Central, en un edificio de Corrientes y Pueyrredón, en Buenos Aires, según explicó el experto en RR.HH.
A continuación se transcribe la entrevista con Molouny.
Marcelo Mendieta: ¿Cuándo, dónde, cómo y por qué surgió el Coworking?
Pablo Molouny: El Coworking es una tendencia moderna en el ámbito laboral usada por aquellos que trabajan de forma independiente. Surgió en los Estados Unidos con el auge del networking, pero en poco tiempo se expandió por Reino Unido, Francia, España, Alemania, Australia e, incluso, la Argentina.
Emerge como una necesidad de quienes, a raíz de las últimas tecnologías, pueden trabajar de manera free-lance, o desde sus casas, pero no encuentran en su hogar un lugar adecuado para dedicarse al trabajo. Las oficinas Coworking proporcionan un ambiente cálido y relajado en el que profesionales de distintos ámbitos pueden compartir una oficina, con más flexibilidad horaria que la de un lugar de trabajo común y corriente.
M. M.: ¿Cuántos profesionales se han sumado a esta práctica laboral? ¿Cómo estamos en el mapa latinoamericano en materia de Cotrabajo?
P. M.: No contamos con cifras exactas acerca de cuántas personas hacen uso del Coworking en nuestro país, pero sabemos que día a día son más las inmobiliarias que ofrecen este servicio porque existen más profesionales que trabajan de forma independiente y demandan este espacio.
Cowork Central se destaca como el primer espacio de Coworking de América latina, funciona en un edificio ubicado en Corrientes y Pueyrredón, y fue fundado por un joven de 21 años.
M. M.: Ya que surge como alternativa a quienes trabajan en casa de manera independiente, ¿hay estadísticas sobre la cantidad de profesionales que adoptaron esta modalidad, la de establecer su oficina hogareña? ¿Qué profesiones son las más habituales?
P. M.: Los que más están haciendo uso de este nuevo recurso son los profesionales extranjeros, que están de paso por la ciudad, y los profesionales argentinos relacionados con áreas tales como diseñadores, publicistas, productores de música, programadores, escritores, arquitectos y periodistas, entre otros.
M. M.: ¿De qué manera se da el tránsito de trabajar en casa a sumarse al Coworking?
P. M.: Muchos trabajadores independientes no logran hacer de su casa una oficina, ya que si bien es cómodo no tener que viajar para llegar al trabajo, la vida personal y la profesional se mezclan con más facilidad.
Al trabajador le cuesta concentrarse y aislarse del ámbito hogareño para trabajar. Este tipo de profesionales encuentran en el coworking una herramienta útil para trabajar en un ámbito que dista de la oficina estructurada, con horarios de entrada y salida.
Implementando esta alternativa pueden otorgarle cierta conducta a sus actividades, pero bajo horarios poco fijos.
M. M.: ¿Cuáles son los pro y contras de esta modalidad? ¿Hay profesiones que conviene no mezclar? ¿Cómo juega la competencia entre los distintos profesionales?
P. M.: Lo mejor que tiene esta tendencia de coworking es la flexibilidad, que los trabajadores elijan el sitio en el que quieren trabajar, la concentración que pueden lograr y por qué no, el relacionarse con profesiones de otras áreas. También eso les permite abrir la mente y conocer el funcionamiento de otro tipo de trabajos.
Los contra, quizá, tienen que ver con pagar un alquiler y tener que compartir todo con personas desconocidas. Si los habitantes no logran una buena convivencia, ésta se puede transformar en un problema.
La competencia se puede dar entre profesionales de la misma rama. Consideramos que si no lo son, es difícil que puedan competir por cuestiones laborales.
M. M.: ¿Qué papel juega la crisis económica y laboral en el surgimiento de esta tendencia?
P. M.: En realidad, puede resultar una herramienta práctica para sobrellevar la crisis. Alguien que está recién empezando con un proyecto propio puede encontrar en el Coworking la oportunidad de tener una oficina, sin tener que alquilar un ambiente completo.
Con un escritorio y una sala de reuniones puede llevar adelante una Pyme sin invertir grandes cantidades de dinero en el alquiler de una oficina.
M. M.: ¿Se puede considerar Coworking cuando 2 o más amigos comparten el mismo espacio con distintas oficinas y profesiones? ¿O sólo se considera Cotrabajo cuando hay una estructura que alquila un tercero que se dedica a ello?
P. M.: El uso del Coworking tiene que ver con el primer caso. La idea de esta moda es que gente de distintos ámbitos laborales pueda compartir una estructura habitacional sin dedicarse a lo mismo. Un grupo de amigos en el cual hay un abogado, un arquitecto y un periodista puede hacer uso del Cotrabajo.
M. M.: ¿Cuántas empresas se dedican a brindar este servicio en la Argentina?
P. M.: En este momento hay dos importantes en nuestro país. Se destaca Cowork Central, ubicado en Corrientes y Pueyrredón, y Areatres, con sede en Palermo Soho.
M. M.: Como experto de Trabajando.com, Pablo, ¿qué le recomendarías a quienes quieren convertirse en cotrabajadores?
P. M.: Para aquellos que hace tiempo trabajan de forma independiente, les aconsejamos tener paciencia y ser flexibles. No es fácil compartir con otras personas el lugar de trabajo. La propuesta es innovadora y hay que saber aprovechar las oportunidades de convivir con otros profesionales para aprender de ellos, intercambiar experiencias e incrementar la agenda de contactos.
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