lunes, 28 de octubre de 2024

¿Se puede ahorrar con estabilidad, seguridad y rentabilidad?, por Carlos Ruiz Lapuente (*)

En tiempos volátiles e inestables, quienes tienen capacidad de ahorrar se enfrentan a la disyuntiva.

¿En qué ahorrar? ¿Cómo hay que hacer para maximizar esos ahorros sin correr riesgos? 

Y hasta llegan a preguntarse, no sin cierto matiz existencial, ¿sirve de algo ahorrar en un mundo cada vez más efímero, urgente y turbulento? 

La respuesta al último interrogante permite contestar lo otro con mayor facilidad, ya que encontrar el motivo para hacerlo, hallar las herramientas y el destino para nuestros ahorros dependerá de una evaluación que, aquí, le ayudaremos al menos a encaminar.

Ahorrar nos permite desde asegurarnos independencia económica hasta evitarnos graves cuadros de estrés. La independencia financiera producto del ahorro nos permite tomar decisiones sin depender de créditos o de terceros. Podemos emprender un proyecto personal o mejorar nuestra situación sin estar limitados por la crisis económica imperante. 

Tener ahorros proporciona una red de seguridad para enfrentar imprevistos, como gastos médicos, reparaciones de emergencia o pérdida de empleo. Y evita el endeudamiento con sus previsibles consecuencias que, creemos, es de sus principales ventajas, ya que dependiendo del nivel, las deudas pueden llevarnos a ingresar en un círculo caótico de préstamos con altos intereses.

Y en cuánto a lo que los ahorros representan en términos de salud y estrés, vale destacar que cultivar una política de ahorro nos ayuda a reducir la ansiedad y la angustia,  relacionados con la inestabilidad económica. En definitiva, nos proporciona paz, un bien sumamente valioso. 

Hallado el propósito, ahora hay que elegir cómo y en qué ahorrar. Y dónde

El argentino promedio, siempre, tiene al dólar entre las primeras opciones. Lo cierto es que el dólar es considerado una reserva de valor en el país debido a la inestabilidad del peso argentino. A nadie escapa que muchas personas optan por ahorrar en dólares para protegerse de una siempre acechante devaluación. Pero, atención: hay que destacar también que el fenómeno devaluatorio no es sólo propiedad del peso argentino. 

El dólar se ha transformado también en una moneda sujeta a inestabilidades propias del mercado. 

Para los más conservadores, los plazos fijos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) indexados por la inflación, permite proteger el capital frente a la pérdida de valor del peso en forma relativa, y son una posibilidad, aún con cierta falta de certezas que ofrece esta herramienta. Hay que decir, también, que existen diversos fondos de inversión aunque, entendemos, exceden el alcance de esta entrega informativa. 

¿Y los inmuebles? Para aquellos que quieran proteger su capital y, a la vez, obtener una rentabilidad, las propiedades son la opción ideal. Lógicamente, en este caso, evaluar dónde invertir resulta clave. En esencia, siempre, pensando en canalizar la inversión en una zona con demanda insatisfecha de vivienda, que asegure una buena renta, y, en paralelo, que tenga potencial de crecimiento, y que defienda su valor. 

Por cumplir con estos y más requisitos, Uruguay suele ser un importante refugio para inversiones argentinas, en general, por su estabilidad, y por su plan de desarrollo y crecimiento que alinea los intereses de los ciudadanos y el enfoque político. 

Puntualmente, en relación a los inmuebles, la rentabilidad que unas líneas atrás aparecía como un factor a considerar, en Montevideo se presenta en el orden de 4 a 6 % netos, con el respaldo extra de un marco legal para el cobro de los arrendamientos, que permite que empresas privadas o públicas retengan los haberes del arrendatario, en caso de que sea necesario. 

Se suma un régimen crediticio para extranjeros, quienes pueden adquirir propiedades en Uruguay, financiándose con préstamos hipotecarios en bancos locales, debiendo contar solamente con 20 % del capital, terminan de delinear la propuesta de inversión que apuesta a concitar el interés del extranjero.

Cabe destacar, asimismo, que la capital uruguaya vive un verdadero boom inmobiliario, debido a diversos regímenes de exoneraciones, especialmente los regímenes de Vivienda Promovida o Vivienda de Interés social (en distintas zonas prefijadas), que favorecieron los nuevos desarrollos para un mercado que todo lo absorbe. 

Conocidas las opciones, ahora, sólo resta hacer el presupuesto que incluya ingresos y egresos, para finalmente establecer el remanente pasible de ser ahorrado o invertido. 

Por estabilidad, cercanía y hasta idiosincrasia, la chance de invertir en Uruguay siempre sobresale.

(*) El columnista -foto- es asesor en inversiones, abogado y contador uruguayo.

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