Fundado por el español Victoriano López Robredo en 1928, el local festejó también la colocación de una placa en homenaje a la trayectoria, votada por Legislatura de la ciudad de Buenos Aires.
Luego de tres generaciones, El Gato Negro continúa en manos de la familia de Don Victoriano, cuyos integrantes supieron proteger el espíritu y la mística del lugar.
El presidente de la comisión de Cultura, diputado Roy Cortina, expresó que "En las últimas décadas, bajo la dirección de Jorge Crespo, El Gato Negro expandió su servicio y ofrece la posibilidad de disfrutar en el lugar de su exclusiva variedad de cafés, tés y comidas dulces o saladas. Sin embargo, lo más destacado de este lugar es la conservación meticulosa de su patrimonio arquitectónico y mobiliario original. Esto permite a los clientes trasladarse en el tiempo por unos momentos, y experimentar la auténtica atmósfera de la Buenos Aires de antaño".
En su tienda, que recuerda a Ámsterdam o Londres, no sólo se pueden comprar las especies más exóticas del mundo, semillas aromáticas, condimentos y hierbas, sino que también se disfruta de excelentes cafés tostados de manera artesanal en el local, tés de los más remotos lugares del mundo, tragos, licores, delicias gourmet -dulces y saladas como tapas-, diferentes tablas o exclusivos sándwiches como Croque Monsieur o Croque Madame.
En el primer piso, se pueden disfrutar diferentes espectáculos musicales y exposición de cuadros.
El Gato Negro abre sus puertas lunes de 9 a 22, martes de 9 a 23, los miércoles y jueves de 9 hasta la medianoche, viernes y sábados de 9 a 2, y domingos de 15 a 23.
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