La muestra se podrá visitar de miércoles a domingos de 14 a 20, con entrada libre y gratuita.
Dō se refiere al camino, al perpetuo andar que no termina ni se abandona, según explicaron portavoces de la puesta. Es un concepto japonés vinculado con las artes tradicionales que remite a la acción de entrenar el cuerpo y la mente, a través de la práctica.
Esta exhibición en el Museo Nacional de Arte Oriental recorre parte del camino de los artistas Julieta Jiterman y Juan Pablo Marturano quienes, desde enfoques creativos distintos, se comprometen con la rutina: el camino (ruta) en el hábito ritual (rutina).
Julieta Jiterman aborda el Sumi-e, la pintura tradicional japonesa realizada con tintas, con un variación: usa un material infrecuente para esta práctica, el aluminio, para recorrer el camino del pincel.
Por su parte, Juan Pablo Marturano integra el montañismo y su práctica artística como escultor: talla una piedra y la deja como ofrenda en una cumbre -del Monte Fuji, por ejemplo-, a la vez que recoge otra piedra de esa cima como testimonio de su paso y la retrata.
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