Alejandra, empleada del local de McDonald's en el barrio, quiso cumplir el sueño de su sobrino, fanático de la selección argentina y del fútbol.
Con la ilusión intacta, Máximo, de 10 años, puso pasto, agua y los zapatos la noche del 5 de enero, ilusionado con recibir un regalo.
A la mañana siguiente, cuando se despertó no lo podía creer: botines para estrenar en la cancha y la camiseta de la selección nacional.
Sin embargo, lo mejor fue un sorpresa: la vídeo llamada de Rodrigo De Paul, el jugador argentino que triunfa en Italia.
El futbolista, quien integra el combinado argentino, saludó a Máximo en este día especial y le cumplió el anhelo de mantener una charla sobre la pasión que une a grandes y chicos.
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