La artista argentina Cristina Críscola refleja en una muestra virtual las manos de
médicos, enfermeras, cocineras, sacerdotes, fuerzas de seguridad, integrantes de ONG, misioneras,
maestros y jóvenes voluntarios que están al servicio a más de 100 días de aislamiento social, debido a la pandemia de coronavirus (COVID-19).
Con un lenguaje plástico contemporáneo -al que la artista
denominó Fotoplástica-, y sus propias manos como
modelo, Cristina Críscola rinde homenaje en los 4 vídeos la inestimable
tarea que hace más de 100 días realizan las personas que
están en la primera línea de la trinchera, en la lucha por
sobrevivir al coronavirus.
El vídeo de presentación de Manos comenzó a circular el sábado 4 de julio. El segundo del concepto Fotoplástica, Linyeras, se
estrenará este sábado 11 de julio, en forma simultánea en las redes sociales de Cristina Críscola.
Habrá otros clips los sábados 18 y 25 de julio.
María Cristina Críscola es pintora. Nació en Buenos Aires en 1943.
Egresó de la Escuela de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova como profesora nacional Superior de Pintura, especialidad Pintura Mural.
Asistió al curso de doctorado Color, forma y contenido de la
Universidad Complutense de Madrid.
Desde 1966, expone en la Argentina y en el
exterior, y participa en congresos internacionales sobre arte y educación. Fue directora de
la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano de Buenos Aires, durante 12 años. Y es docente de la
Escuela de Bellas Artes de Buenos Aires.
En los años 90, Cristina Críscola vivió y trabajó en el Centro Ave Arte de Loppiano, en Florencia, Italia. Durante ese tiempo, formó parte de la restauración de la
capilla María Auxiliadora de Turín.
Asimismo, colaboró con la remodelación de la capilla de Monseñor
Popard en el Vaticano y, como corolario de su permanencia en Italia, organizó
una muestra de sus obras personales, con el título La Spiritualitá nella
Materia (La Espiritualidad de la Materia), en el Claustro de Arnolfo, en la
Basílica de la Santa Croce en Florencia, patrocinada por el municipio.
En 2004, se encargó del diseño y la realización de la puerta principal de la Basílica María
Théotokos de la Ciudadela de Loppiano, en la misma ciudad italiana.
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