En la Argentina, se calcula que hay aproximadamente unas 200 muertes por año a causa de intoxicación por monóxido de carbono.
El monóxido de carbono (CO) posee un alto nivel de toxicidad en muy bajas concentraciones y en cortos períodos de exposición.
Y se presenta como una de las intoxicaciones más frecuentes a escala global, y una de las más subdiagnósticadas.
Gran parte de los casos de este tipo de intoxicaciones está relacionada con el uso de artefactos inadecuados o el deficiente funcionamiento de equipos a gas, ubicados en ambientes no aptos, mal ventilados o con las rejillas, que liberan monóxido de carbono, tapadas.
El 21 de junio se conmemora el Día de la concientización y prevención contra el monóxido de carbono.
La propagación de CO dentro del hogar, por lo general, se debe a las siguientes razones:
- El uso inadecuado de braseros.
- Quemadores de gas con la entrada de aire primario reducida.
- La acumulación de hollín u otro material en el quemador o conducto de venteo.
- La insuficiente ventilación del ambiente.
A partir de estos datos, Alejandro Di Lázzaro (foto de abajo a la derecha), gerente de Relaciones Institucionales de MetroGas, subrayó que "la revisión anual de los artefactos, efectuada por un gasista matriculado, puede prevenir ciento por ciento de los casos”.
Y aclaró que "el monóxido de carbono se origina cuando la cantidad de oxigeno es insuficiente para la correcta combustión de elementos, como carbón, madera, querosene, alcohol o gas natural, los cuales son combustibles ricos en carbono y que necesitan oxígeno suficiente para quemarse de manera adecuada".
"Cuando un artefacto no combustiona de modo correcto, los gases quedan en el ambiente y eso es lo que produce la intoxicación, cuyos principales síntomas son dolor de cabeza, sensación nauseosa, taquicardia, episodio de síncope, es decir, desmayos, convulsiones y hasta puede producir la muerte", explicó la doctora Silvia Cortese, médica toxicóloga de Swiss Medical, MN. 68057.
Por ello, resulta de suma importancia tomar medidas de prevención, sobre todo, si se trata d embarazadas, lactantes, niños pequeños, personas mayores y los que sufren de anemia, problemas del corazón o respiratorios, quienes pueden ser mucho más sensibles al CO.
Entre otras precauciones, hay que asegurarse de que el color de la llama que emite el artefacto a gas sea uniforme y azul. Si su tonalidad es anaranjada, indica que funciona en forma defectuosa. También se sugiere hacer revisar en forma periódica las instalaciones por un gasista matriculado.
Asimismo, se recomienda ventilar de modo permanente los ambientes (a través de rejillas compensadoras reglamentarias), y utilizar fuentes de calor de tiro balanceado. En estas, la combustión se genera en una cámara estanca (cerrada), es decir, que toma el aire del exterior y libera los gases de combustión afuera, de manera tal que evita la disminución del oxígeno ambiental.
Más información en la web de MetroGas.
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