La Fundación Camino a Jericó fue creada en 2008 por el presbítero Juan Pablo Contepomi y apoyada por el obispo emérito de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto.
Desde entonces, junto a distintas parroquias de la Diócesis de San Isidro, montaron servicios concretos para ayudar a los más necesitados.
La organización apuesta a asistir a las personas adultas en situación de calle o en estado de abandono, para lograr junto a los colaboradores la recuperación de su dignidad y fortalecimiento de su protagonismo vital que les permita una vida digna, mediante su atención en hogares de tránsito, su participación en talleres de manualidades y su alojamiento.
"Estamos orgullosos de poder participar en este tipo de acciones que promueven la concientización sobre la situación de calle de muchas personas que necesitan de la ayuda de todos, siendo parte de nuestra filosofía como empresa de salud apoyar y estimular el cuidado y el bienestar de la gente", señaló José Bereciartúa, interventor de OSDEPYM.
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