La dermatitis atópica suele aparecer durante la niñez y continúa, en muchos casos, durante toda la vida.
Produce insoportable picazón e inflamación de la piel, sarpullidos y puede favorecer infecciones.
Y otra consecuencia que habitualmente no se menciona: se trata de una enfermedad que causa vergüenza en muchos pacientes, sensación de impotencia y problemas en las relaciones sociales, incluso en el trabajo.
La mirada del otro se agudiza frente a los casos más severos y quienes la padecen deben sobrellevar ello también.
Con frecuencia, tanto los niños como adultos sienten vergüenza de mostrar las lesiones de la dermatitis atópica (DA), que se producen en las áreas de flexión de los miembros superiores, detrás de las rodillas y la cara, y también puede cubrir la mayor parte del cuerpo. En muchos casos, esto produce ansiedad, estrés, problemas de comportamiento y falta de concentración, entre otras consecuencias emocionales.
De forma estimada, afecta a 10 % de la población mundial y es una categoría de enfermedades llamadas "atópicas", porque muchas veces la padecen las personas que también sufren de asma, rinitis u otro tipo de alergias.
Cuáles son los síntomas: piel reseca, escamosa y con picazón; grietas detrás de las orejas, sarpullidos en las mejillas, brazos y piernas. Alternadamente, mejora y empeora. Durante las exacerbaciones, se pueden desarrollar lesiones con secreciones o costras por el aumento del prurito, el rascado o infecciones.
No es contagiosa: las enfermedades atópicas son genéticamente determinadas, es decir, heredadas y se desarrollan en conjunto con la interacción ambiental. Suele aparecer durante la niñez en 80 % de los casos y, si bien las formas leves pueden desaparecer en otros pacientes, la enfermedad continúa durante toda la vida. Aunque, de manera reciente, hay casos de aparición en adultos.
La gente que posee DA tiene una tendencia a:
- Piel seca, fácilmente irritable.
- Enfermedades de la piel relacionadas con el trabajo, como dermatitis en las manos.
- Infecciones de la piel, estafilococos y herpes.
- Problemas en los ojos, dermatitis en los párpados y cataratas atópicas.
- Alteración del sueño.
- Dificultades en las relaciones familiares, sociales e intrapersonales.
-Limitaciones laborales.
A continuación, se resumen algunos factores que pueden incrementar la dermatitis atópica:
• Determinados alimentos: una reacción alérgica a algún alimento puede desatar una exacerbación. Esto ocurre en 30 % de los casos Por eso, bajo supervisión médica y para evitar daños nutricionales, es importante detectarlo. Los pacientes pocas veces tienen alergias a más que uno o dos alimentos.
• Tensión emocional: el enojo, la frustración y el estrés, entre otras emociones negativas, pueden perpetuar la dermatitis.
• El clima: temperaturas extremas o los cambios repentinos de clima no se toleran bien por quienes sufren DA. La alta humedad causa más sudor, lo que puede ocasionar picazón. Mientras que la poca humedad seca la piel, especialmente durante los meses de invierno.
• El ejercicio: de forma frecuente, resulta en sudoración que causa picazón. Por ello, se recomienda utilizar ropa ligera de algodón para reducir el sobrecalentamiento y evitar realizar ejercicio intenso durante las exacerbaciones.
• Otras alergias: los alérgenos dispersados en el aire, como el polen de gramíneas o los ácaros y epitelios animales, pueden afectar a los pacientes que sufren DA.
La mayoría de los tratamientos utiliza la combinación de estrategias para proteger la barrera cutánea con diversos tipos de emolientes y el uso de cremas con corticoides, las cuales se usan en los casos en que es necesario, u otro tipo de antiinflamatorios locales -como los inhibidores de calcineurina-, que suelen resultar suficientes para mantener la afección bajo control.
Sin embargo, en las formas más severas este tipo de tratamientos muchas veces no es suficiente y se recurre a tratamientos sistémico,s como corticoides y/o inmunosupresores como la ciclosporina, el metotrexato, etcétera, los cuales si bien son eficaces, tienen el riesgo de múltiples efectos colaterales por el uso prolongado.
Una reciente generación de medicamentos biológicos está por llegar muy pronto a los especialistas que tratan estas enfermedades y son anticuerpos especialmente diseñados para bloquear las acciones de las citoquinas, que promueven la inflamación de la piel y el prurito en la dermatitis atópica.
De éstas, la más avanzada y que ya se comercializa en algunos lugares del mundo (aún no en la Argentina), se llama dupilumab y logra disminuir marcadamente la afección y el prurito en la mayoría de los pacientes con dermatitis severa, con mínimos efectos colaterales infinitamente menores que los tratamientos mencionados previamente.
Cuáles son las principales recomendaciones:
- Establecer una rutina del cuidado de la piel.
- Usar ropa de algodón.
- Registrar en un diario o calendario las veces y situaciones cuando se produce un mayor rascado, con el objetivo de intentar limitar la exposición a esos momentos. Por ejemplo, muchas personas con DA se rascan más durante su tiempo libre, entonces para ellos involucrarse con actividades que incluyan el uso de las manos los puede ayudar muchísimo.
(*) El columnista es especialista en Alergia e Inmunología y director médico de la Fundación CIDEA (MN 67994). Para más información sobre Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias), clicar aquí.
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