Música, bastidores para pintar, cámaras descartables para selfies y una gran torta al Pani style para intervenir con pinceles, formaron parte de la llegada de Pani a Rosario.
En pleno centro rosarino, Pani llegó a esta ciudad con una estética distinta a los 4 locales porteños, con un ambiente ecléctico donde los elementos conviven de manera armoniosa y hacen del espacio un mundo de fantasías.
Materiales nobles, murales, gran cuidado por los detalles y mucho color rosa forman parte del espacio.
Bajo la premisa indiscutida de que si Pani hace ruido lo hace con muchas nueces, los invitados a la inauguración fueron sorprendidos con un menú que incluyó mini waffles, shots de pastel de batatas con carne hilada bruleé, Pani Pizza con papas y rúcula, cuadrados de ricota y limón con dulce de leche, cholitas de avena, cheesecake de dulce de batata y Vauquita, entre otras propuestas increíbles.
Una súper barra de tragos Campari acompañó esta tarde mágica.
Pani es mucho más que un restaurante, es una manera de ver la vida, y por eso cada sabor y cada propuesta sorprenden al público convirtiéndolos en fanáticos de estas creaciones.
Ingredientes que nadie hubiera pensado en combinar en un plato, forman parte de su carta, razón por lo cual comer aquí resulta una experiencia en sí misma.
"Rosario crece cada día más y tiene un gran potencial. Desembarcar en esta ciudad es una oportunidad de crecimiento y un placer enorme. Detrás de cada propuesta de Pani, hay mucho trabajo, pruebas, idas y vueltas de recetas… queremos que la magia de Pani llegue a Rosario con los clásicos de siempre que fanatizan a quienes los prueban", comentó su dueña, Pani Trotta.
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