¿Qué es exactamente el período de adaptación? ¿Cuánto dura?
Es un período en el cual ambas partes, institución y familia, empiezan a conocerse.
Es un proceso de creación de vínculos y de confianza, que hace 10 años se empezó a renombrar como periodo de inicio.
En Diálogos, dura en función de las necesidades del niño y su entorno familiar. Lo que se preserva es el ritmo del proceso que tiene cada ser humano para adaptarse a nuevos espacios, vínculos, personas, olores y sonidos.
Si un docente es consciente de que abre las puertas a nuevas familias, se debería respetar el ritmo de vida, ya que no todos aprenden en el mismo momento.
Resulta improbable hablar de "en cuanto tiempo" un niño está adaptado. Es subjetivo y depende de muchos factores, entre ellos, la confianza de la familia hacia la institución, la disponibilidad amorosa del docente quien recibe, etcétera. Si estos componentes están, puede garantizar una adaptación fluida, rápida.
Es cierto que a menor conciencia del niño mas rápido es el periodo, o sea que al ser más grandes hay mayor razonamiento y, la separación con su entorno conocido suele conllevar angustia o inseguridad ya que el niño pequeño lo asocia con una sensación de abandono.
¿Cómo se realiza la adaptación?
Los estilos y tiempos de adaptación son tan diferentes como instituciones educativas existen, pero en general, y contemplando la realidad de los tiempos de los niños pequeños se suelen ofrecer instancias como: el primer día se invita a la mamá/papa/figura de sostén, a entrar con su hijo dentro de la sala. Esto tiene un gran propósito, mostrar a los adultos cómo se van conformando las redes de vínculos afectivos, ya sean entre los pares como con los nuevos referentes adultos.
Si el segundo día el papá/mamá está dudoso, aún toma a su hijo a upa, interlocuta con el docente en vez de dejar que el pequeño interaccione por si mismo, etcétera, se le sugiere su permanencia.
A medida que el papá/mamá/figura de sostén va sintiendo confianza y seguridad, el niño intrínsecamente sentirá lo mismo.
Por tal razón, si la familia confía y acompaña a la entidad y cumple con los pedidos de los docentes, el ritmo es más rápido y fluido.
Cuando la docente observa que el niño ya puede, invita a que ambos (familia-niño) logren despedirse con un beso, mirándose a los ojos, alentando al adulto para que pueda expresarle: "chau, hijo/hija, en un ratito vuelvo, pasala lindo".
Desde varias corrientes pedagógicas-psicológicas, se sugiere que el adulto pueda decirle la verdad, evitando ocultamientos, situaciones de escondidas o escapismos.
¿Cómo es la adaptación de los bebés?
Con los bebés de 45 días al año, se trabaja puntualmente con los padres. Se les pide mucha información en relación a los ritmos del bebé, ¿cómo duerme?, ¿a qué hora?, ¿cada cuánto come?, y se le pide una prenda de la mamá para que el olorcito (aquel que evoca a mamá) permanezca por los primeros tiempos, puede ser una remera, una mantita o un pañuelo, suele darle tranquilidad y cierta serenidad.
Para trabajar con bebés, la docente tiene que tener formación en relación a la etapa de puerperio que atraviesa la mama. A veces hay madres muy sensibles y con miedo de dejar a su bebé para salir a trabajar y es imprescindible decodificarla, ya que el bebe pequeño suele ser traductor del alma de ella y es donde aparecen los llantos, ciertos malestares físicos.
En jardines maternales, cuya población oscila entre los niños de 45 días a 9 meses, legalmente debe haber una docente cada 6 bebés, para lograr, ofrecerle lo que cada niño necesita.
¿Cómo pueden ayudar los papis en este proceso?
Desde Diálogos Jardines Maternales, se pide que confíen en nuestra palabra, que haya confianza, verdad y se respeten los pactos.
Es muy importante que el docente funcione como un guía del adulto. Se pacta en una entrevista previa al periodo de adaptación y se les cuenta los procesos que se van a tomar para que sea exitosa. Por ejemplo, se deben respetar tiempos pautados, decir la verdad es fundamental ante el chico.
¿Cuáles son los casos más frecuentes y típicos en este periodo?
Es normal que todos lloren. Lo más frecuente es que al despegarse de los adultos significativos (mamá, papá, abuelos, tíos, niñeras), se angustien. La angustia es real pero es importante la intervención de las docentes frente a la angustia del niño pequeño, lejos de desestimar este sentimiento, quienes se comprometen a esta tarea ofrecen tiempo, cuerpo, palabra y un entorno favorable para que de a poco el niño empiece a sentirse cómodo, seguro y a gusto en un nuevo espacio.
¿Cómo preparar a los padres?
Es primordial tener una entrevista previa de contención a los padres donde se explican los procesos que se van a llevar a cabo. Y contarles que:
- Se deben respetar los acuerdos y horarios pactados con las docentes
- Evitar, en la medida de lo posible, las ausencias.
- No escaparse de la vista de los chicos, la docente los ayudará a despedirse breve y afectuosamente.
- Los recados de último momento dejarlos por escrito.
¿A qué tipo de comportamientos deben estar atentos los padres?
Alteraciones en el sueño a la noche, pueden mostrarse más irascibles o irritables, pueden mostrarse mas asustados. Durante la primera semana, se apegan mucho con sus padres fuera del jardín. Pueden aparecer sucesos espontáneos de temor a que desaparezcan. Sin embargo, es todo relativo y subjetivo a cada ser humano que atraviese este proceso.
Cabe destacar que el período de inicio lo marcan los adultos. El adulto es el que, con su desconfianza, puede alterar el ritmo de adaptación, haciéndola eterna, ágil o exitosa.
Es preciso que tengan en cuenta la palabra del docente cuando habla de los ritmos, que no haya escapismos, que no se vayan sin saludar, que respeten a rajatabla los tips que les ofrecen las docentes en las entrevistas previas, que tengan en su conciencia la decisión de que sí quieren dejar a su hijo en un jardín.
La primera pregunta que se les hace a los papás en una entrevista previa es ¿está convencido de que el niño ingrese al jardín? Con esta pregunta la docente ya se da cuenta de cómo será el período de inicio.
Por último, cuando un bebé ingresa y permanece en la institución no es necesario la presencia de los papás en los ciclos posteriores porque el bebe/niño ya se apropió del espacio y fue incorporando nuevos referentes a su vida: los docentes.
(*) La autora de esta columna es psicopedagoga especializada en Vínculos y Primera Infancia y directora Diálogos Jardines Maternales.
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