Quedó abierto formalmente el hotel boutique Tango de Mayo, en el barrio porteño de Monserrat, en avenida De Mayo 1396.
Concebido en un recuperado edificio de 1913 –perteneciente al área de protección histórica de la ciudad de Buenos Aires y desarrollado originalmente el arquitecto italiano Fausto di Bacco-, dispone de 59 habitaciones decoradas temáticamente y totalmente equipadas para cubrir un amplio espectro de necesidades de alojamiento, incluidas las de personas con discapacidades motrices.
Vecino al Palacio Barolo, la construcción Art Nouveau donde funcionó la fábrica Singer, está cerca del Congreso de la Nación, el Obelisco, el Teatro Colón y otros lugares de interés.
Entre los principales servicios, se destacan el fitness room (que cuenta con equipos Life Fitness de última generación), el solarium en el 6° piso con vista panorámica a la Plaza del Congreso, salón de usos múltiples, Roof Top Bar y Wi Fi sin cargo, entre otros.
Además, los huéspedes pueden deleitarse con los platos de cocina argentina con toques mediterráneos preparados en el restaurante Zorzal, a cargo de la chef Camila San Juan.
Próximamente, habrá shows de tango, así como clases de baile de música ciudadana.
Tango de Mayo forma parte de Worldhotels, la selecta cadena de establecimientos de lujo compuesta por más de 500 hoteles en 250 destinos de 65 países.
Cada uno de los hoteles de la cartera de Worldhotels, ha sido seleccionado de forma cuidadosa con el fin de asegurar que cumple con los estándares de estricta calidad del grupo y es evaluado anualmente sobre una base de 1000 criterios de calidad.
"Estamos muy contentos con esta inauguración", señaló Diego Ferreira, responsable de EIDICO Hoteles. "Este emprendimiento forma parte de la Unidad de Negocios EIDICO Hoteles que, con las bases del sistema EIDICO, la suma de los aportes individuales de los suscriptores permite llevar adelante el emprendimiento inmobiliario, invita a pequeños y medianos inversores a participar del mercado turístico del país", concluyó.
Se invirtieron $85 millones para poner en valor el predio, diseñado por el arquitecto Javier Zanotti y decorado por Milagros Resta, y habilitarlo como hotel temático.
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