Estos datos surgen del libro América Latina después de PISA, presentado en la Biblioteca Nacional, frente a autoridades y referentes de la comunidad educativa local e internacional.
El volumen fue editado por CIPPEC, gracias al apoyo de Natura Cosméticos y el Instituto Natura.
Entre otros, expusieron en ese acto Axel Rivas (foto), autor de la obra e investigador principal de CIPPEC; Ernesto Treviño, director ejecutivo del Centro de Políticas Comparadas de Educación (CPCE) e investigador de la Universidad Diego Portales de Chile; Pablo Gentili, secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro; y Denise Vaillant, directora académica del Instituto de Educación de la Universidad ORT-Uruguay y presidente del Observatorio Internacional de la Profesión Docente con sede en la Universidad de Barcelona (OBIPD).
Además, se sumaron vía videoconferencia los especialistas Andreas Schleicher, director de la Prueba PISA de la OCDE; y Emiliana Vegas, jefa de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo, en Washington DC.
"El libro analiza en profundidad los resultados educativos de los países. Todas las miradas analíticas deberían tener cuidados éticos y metodológicos antes de sentenciar datos simplificados. Lo primero que muestra el texto es que los datos de las evaluaciones son muchas veces inconsistentes y deben ser contrastados con diversas fuentes", indicó Axel Rivas.
La publicación repasa los resultados de las cinco ediciones de las pruebas PISA desde 2000 y busca desmitificar y "des-explicar" muchas de las afirmaciones comunes que de allí se obtienen cuando se realiza una mirada rápida.

Los resultados muestran que la Argentina mejoró la calidad educativa en el nivel primario, al igual que la mayoría de los países de la región. En ese nivel también se redujo la repitencia durante el período estudiado (de 6,1 % a 4,2 %).
En cambio, la calidad educativa en el nivel secundario muestra una estabilidad en los resultados desde 2000 a 2012, con una caída en 2006 y una mejora en 2009. También allí se observa una mayor repitencia y sobreedad, que no disminuyeron durante el período estudiado.
La Argentina sobresale, asimismo, por ser el país de la región que más disminuyó su desigualdad en los aprendizajes de los estudiantes en las pruebas PISA entre los alumnos del cuartil más pobre y los del mayor nivel socioeconómico.
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