Para que las marcas potencien las ventas, Be There propone utilizar el mystery shopping, una herramienta que permite evaluar y medir la calidad del servicio y atención al cliente.
Los mystery shoppers actúan como clientes comunes y registran lo que sucede con cámaras ocultas en diferentes dispositivos.
Las empresas reciben un reporte en el que pueden conocer cómo fue la experiencia, un análisis cualitativo de diferentes variables previamente acordadas según los procedimientos y protocolos de las compañías.
Esto proporciona la posibilidad de mejorar aspectos deficientes y sacar provecho de los puntos fuertes.
"No es usual que los directivos y gerentes salgan a la calle para conocer a fondo el funcionamiento de la empresa que dirigen, es decir, ponerse en la piel del cliente común. Con los más de 12 años que llevamos ofreciendo el servicio de cliente oculto, hemos podido comprobar que los altos mandos tienen una idea del servicio ofrecido que no refleja la realidad que vive la mayoría de sus consumidores; incluso tienen una noción distorsionada de sus propios equipos de trabajo, aquellos que mantienen contacto directo con sus compradores y potenciales", afirmó Mariano Aguirre Littvik, director de Be There Mystery Shopping.
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