También en verano, los nutricionistas subrayan la importancia de mantener una alimentación saludable y equilibrada.
Y recomiendan, para bajar de peso o mantenerse en forma, no saltear comidas sino todo lo contrario: hay que consumir las 4 comidas principales y, opcionalmente, incorporar 1 o 2 colaciones saludables a diario para aportar saciedad, y evitar el "picoteo" entre comidas o comer en exceso durante las comidas principales.
Los lácteos, por ejemplo, son aliados importantes al momento de pensar colaciones, ya que son una excelente fuente de proteínas.
Las proteínas son macronutrientes relacionados fundamentalmente con el crecimiento, desarrollo y reparación de músculos y tejidos, y a la vez resultan los nutrientes que generan mayor saciedad por lo que se los relaciona con la regulación del apetito.
Si bien suelen aparecer asociadas con la carne, las proteínas están presentes en una amplia variedad de alimentos.
Existen dos tipos de proteínas: aquellas de origen animal, que se encuentran en huevos, aves, pescados, carnes y lácteos; y las de origen vegetal, contenidas en la soja, frutos secos, legumbres y cereales.
Según una encuesta diseñada por Salud Activa y la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas (ADDYND), en la cual participaron más de 700 nutricionistas y médicos, 8 de cada 10 profesionales de la salud consideran que el consumo adecuado de proteínas promueve el crecimiento, el desarrollo y el mantenimiento de la fuerza y la masa muscular.
Sin embargo, el estudio demuestra que sólo 45% de estos profesionales considera que sus pacientes realizan una ingesta adecuada de proteínas; la opinión del resto se divide en dos grupos: quienes consideran que sus pacientes consume en exceso proteínas y otros que opinan que las ingestas son insuficientes.
La ingesta diaria recomendada de proteínas, de acuerdo con FAO/OMS es de 0,75 gramos por kilo de peso por día; es decir que una persona de 70 kilos debe comer 52,5 gramos de proteínas.
En promedio, los hombres deben ingerir 55g. al día y las mujeres 45.
Estos valores se logran manteniendo una dieta saludable y equilibrada incorporando diariamente lácteos como leche, yogures y quesos, carnes magras rojas y blancas, y huevos en las cantidades recomendadas por las guías alimentarias para la población argentina.
Para promover el consumo adecuado de proteínas, los expertos recomiendan comenzar el día con un desayuno completo. Aseguran que es fundamental para obtener un mejor rendimiento físico e intelectual, ya que es el primer combustible del organismo. El desayuno es el momento ideal para consumir lácteos (leche y queso), que contienen proteínas de calidad, calcio, vitaminas A y D, y vitaminas del grupo B (principalmente riboflavina o B2).
En el almuerzo, sugieren incluir carnes magras bajas en grasas y huevo. Para aumentar aún más las fuentes de proteínas animales, que son las proteínas de alto valor biológico, recomiendan realizar alguna colación con lácteos descremados como un yogur.
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