Rizobacter Argentina, empresa dedicada al tratamiento de semillas, amplía las acciones solidarias en la localidad boneaerense de Pergamino.
Con el fin de mejorar su entorno, la compañía de capitales nacionales desarrolla un conjunto de programas enfocados en la comunidad y el medio ambiente, con un gran aporte de horas de voluntariado por parte de sus colaboradores.
Durante este año, trabaja en la campaña Comunicar es sembrar valores, en alianza con la Asociación Civil Nueva Vida en el Barrio José Hernández, que tiene como objetivo contener y ayudar a 40 niños en situación de vulnerabilidad social, a partir de distintas expresiones artísticas.
Talleres de música, arte, cine, apoyo escolar, periodismo e informática, entre otros, forman parte de las actividades. Además, apoyó la creación y funcionamiento del Centro Cultural 512, primer espacio de esas características en la zona.
"El voluntariado es una forma de compromiso que aporta lo mejor de cada uno, con ganas de sumar más, a la comunidad y en nombre la compañía. Las 300 horas de voluntariado son el puntapié de una iniciativa que cuenta con el apoyo del directorio, el compromiso inquebrantable de los colaboradores, y la apertura de las comunidades con las que operamos", expresó María Marta Mac Mullen, gerente de Recursos Humanos de Rizobacter.
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