viernes, 25 de julio de 2014

Salud: qué es la mastalgia, por Sergio Paikovsky (*)

La mastalgia o dolor mamario es un cuadro de aparición muy frecuente en las mujeres. El dolor mamario y la palpación cíclica de nódulos aparecen como síntomas que, con frecuencia, llevan a las pacientes a consultar al médico.

Entre 45% y 85% de las pacientes que acuden a clínicas de mamas lo hacen por estos síntomas. Alrededor de 65-70% de ellas se ven afectadas en algún momento de sus vidas.

En algunos casos el dolor puede llegar a ser tan intenso que inclusive puede afectar de manera importante la calidad de vida de la paciente, logrando interferencias en las actividades diarias usuales, incluyendo la vida sexual, física, laboral y social.

La principal razón por la cual las mujeres que padecen esta sintomatología buscan ayuda médica es por el temor de padecer una patología maligna.

Hay que tener en cuenta que el riesgo de cáncer en una mujer que presenta mastalgia como único síntoma es bajo, alrededor de 5 a 7%, y en general está más relacionado con mastalgia no cíclica, unilateral y persistente. Por lo tanto, resulta importante, en todo caso de mastalgia, tranquilizar a la paciente una vez que se descarte malignidad.

La teoría más aceptada para explicar la mastalgia es el edema que se produce en el tejido de sostén mamario, causado por la retención de agua y sodio, secundario a la fluctuación de los niveles de estrógeno y progesterona, lo que provocaría inflamación y aumento de la consistencia mamaria, proliferación del epitelio de los conductos y del tejido conectivo.

Se ha considerado que consiste en una respuesta fisiológica exagerada a la estimulación cíclica a estrógeno y progesterona.

¿Por qué duelen los pechos cuando se acerca la menstruación? La mastalgia cíclica es la más frecuente y se presenta habitualmente entre los 7 a 10 días previos a la menstruación y comienza en el cuadrante súpero externo de la mama. Es generalmente bilateral.

El dolor puede ser punzante e irradiarse a la axila o el brazo. Se acompaña de tensión mamaria que cede espontáneamente al comenzar la menstruación. Y viene habitualmente con nodularidad, sobre todo, en los cuadrantes súpero externos de la mama, y es lo que comúnmente se conoce como displasia mamaria.

Hay autores que consideran que la mastalgia cíclica, la nodularidad mamaria premenstrual y los cambios fibroquísticos de la mama deberían considerarse normales ya que serían cambios fisiológicos en respuesta a estímulos hormonales, siendo una entidad benigna. Esta mastalgia desaparece durante y posmenstruación, justamente por el juego hormonal que lleva a la disminución del edema.

Puede haber dolores en la mama que clínicamente se manifiestan como sensación de molestia, estiramiento, dolor pulsátil o ardor más puntual e irradiado frecuentemente al brazo y aparecen en cualquier momento. Son las llamadas mastalgias acíclicas - dolores que no tienen relación con el ciclo menstrual-, que pueden ser constantes o intermitentes.

Puede aparecer en mujeres en edad fértil o en la posmenopausia; en jóvenes (habitualmente del lado derecho), se relaciona con dolores músculo-esqueléticos de origen ocupacional (oficios domésticos, cargar maletines, bolsos, niños, etcétera);  y en peri y posmenopausia (habitualmente del lado izquierdo) debido a que usan el brazo derecho de manera rutinaria relacionándose con la atrofia comparativa por el menor uso del miembro superior no dominante.

También puede haber causas mamarias de ese dolor, por ejemplo, fisiológico en embarazo y puerperio, patológicos como cuadros inflamatorios infecciosos de la mama que obviamente cursan con dolor, reacciones post-trauma o cicatrizales, etc.

Existen mastalgias de causa extramamaria (más frecuentes en pacientes mayores de 40 años) o dolores llamados referidos (de zonas cercanas a la mama), como en el supuesto de dolores musculares, articulares o más raramente provenientes de zona cardíaca, pulmonar o gastrointestinal, o el síndrome de Tietze, que es la inflamación de las articulaciones de las costillas con el esternón de causa desconocida aunque hay autores que relacionan su aparición ante situaciones de estrés.

Son situaciones habitualmente benignas, de cualquier modo, se recomienda la consulta con el profesional, porque no siempre la patología maligna se presenta de la misma manera, y porque si el síntoma es molesto es pasible de tratamiento. Y, por último, y no por eso menos importante, es el médico la persona idónea para evaluar y poder discernir entre dolores banales de aquellos que requieren un estudio más profundo para diagnóstico certero. 

El hallazgo de un nódulo provoca mucha preocupación en las pacientes y es motivo frecuente de consulta. No siempre se acompaña de dolor, cuando éste está presente en general la patología es benigna, ya que para que un tumor maligno genere dolor debe ser habitualmente de tamaño grande e involucrar estructuras por infiltración para producirlo

 El nódulo puede ser único o encontrarse junto con otros nódulos pero destacándose por su tamaño o características distintivas y permanentes. En este último caso, se habla de nódulo dominante. Las causas benignas más comunes de un nódulo mamario son el fibroadenoma, los quistes y los quistes de retención láctea del puerperio.

El fibroadenoma es el tumor benigno más frecuente de la mama, provocado por un aumento del desarrollo del tejido conectivo y epitelial. Puede encontrarse a cualquier edad, aunque es más frecuente entre la segunda y tercera década de la vida. Son los tumores mamarios más comunes en la gente joven y si bien suelen ser únicos, hasta en un 15% de las pacientes es múltiple.

Generalmente, se palpan como una tumoración elástica muy móvil, a veces dolorosa, y puede cambiar de tamaño y consistencia con el ciclo menstrual en respuesta a la estimulación estrogénica. Aumenta de tamaño durante el embarazo y la lactancia, y disminuye durante la menopausia, pudiendo en esta etapa endurecerse debido a la calcificación. Pueden ser de cualquier tamaño.

Los quistes son formaciones líquidas encapsuladas que se producen aparentemente por involución de los lóbulos mamarios por acción hormonal, y/o por la dilatación de los conductos galactóforos. Pueden aparecer en el contexto de la enfermedad fibroquística (displasia mamaria). Los quistes pueden detectarse al realizar el examen físico de control, o ponerse de manifiesto porque provocan dolor o ser un hallazgo en estudios de control.

Un nódulo también puede ser expresión de un cáncer de mama, por lo que su sola presencia hace imprescindible la consulta rápida al especialista.

En conclusión, la mastalgia (dolor mamario) es frecuente: un gran porcentaje de mujeres durante su vida lo padecerán. Las causas son muy variadas, en su gran mayoría benignas, pero debe ser motivo de consulta para que el profesional nos dé el reaseguro de la benignidad del caso, el tratamiento adecuado si es pertinente o el consejo de la necesidad de seguimiento o no.

Por otra parte, el autoexamen mamario resulta clave en la prevención, así como el control rutinario anual (visita anual al ginecólogo de cabecera) para efectuar el examen mamario, ginecológico, más Papanicolaou y Colposcopía y los exámenes necesarios que se desprendan de esa consulta.

La prevención es el arma más importante con que contamos pacientes y médicos para poder disfrutar de una vida plena, feliz, y libre de enfermedades, ya que de presentarse nos permite combatirlas en etapa precoz con grandes posibilidades de curación.

(*) El columnista -foto principal- es médico (MN 90.447) y subdirector de Obstetricia y Ginecología de la Fundación Hospitalaria, Cramer 4601 (CABA), teléfono: (011) 4704-2300.

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