miércoles, 26 de febrero de 2014

Salud: claves para que los padres sepan cómo higienizar a un recién nacido, por Marisa Breton (*)

En primer lugar, hay que tener en cuenta que los bebés nacen recubiertos con una película de grasa, denominada unto sebáceo, y en el primer baño que se le realiza al recién nacido en la sala de parto sirve para retirar todas las secreciones, incluso parte del sangrado del parto, pero se trata de no quitar el unto sebáceo, que es absorbido por la piel directamente.

A las horas de nacer, el bebé realizar la primera deposición. ¿Cómo se limpia? Esa sustancia se llama meconio y está formada por células, secreciones y líquido amniótico que el bebé deglutió durante la vida fetal. Estas deposiciones, que ocurren durante las primeras 48 horas se deben lavar sólo con agua, sin ningún tipo de producto.

¿Cuándo está listo el bebé para el primer baño? Desde que nace, el bebé está apto para recibir un baño con las características y el cuidado necesario. Sin productos de ningún tipo y con el agua templada apenas por encima de la temperatura corporal. Justamente, por eso puede recibir el baño apenas nace. Al momento de bañarlo, sólo deben usarse jabones neutros, y no champú.

La cola se limpia sólo con agua durante los dos o tres primeros días. A partir del cuarto, se puede usar un producto oleoso, como el óleo calcáreo.

Conviene tener un cuidado especial con los pliegues de abajo del brazo o de la entrepierna, ya que estas dos zonas son húmedas. Después del baño, deben quedar lo más secas posibles, y no debe usarse ningún producto que no sea el agua y el jabón neutro.

Con respecto a las orejas, nunca debe usarse hisopos en los bebés. La higiene del pabellón externo del oído es sólo con agua y de manera muy delicada, evitando que ésta penetre.

En cuanto a la higiene bucal, las encías no se limpian, salvo que el médico del bebé lo requiera expresamente, pero no es habitual.

Algunos consejos extra para anotar:
. Es preferible usar óleo calcáreo antes que toallitas húmedas.
. Entre los dedos del pie no es necesario poner talco o maicena. Sólo hay que asegurarse de que no quede humedad en la zona.
. Hasta que el ombligo se caiga, la limpieza se realiza con gasa y alcohol, con cada cambio del pañal.
. Las lagañitas se limpian con gasa embebida en solución fisiológica.

(*) La autora de esta columna (foto) es doctora en neonatología (MN 115.895) de Fundación Hospitalaria, Cramer 4601 (CABA), teléfono: (011) 4704-2300.

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