Uno de los aspectos esenciales de un buen cuidado de la piel es protegerla durante el día, no importa la época del año, explica la médica Cheryl Karcher (foto), dermatóloga certificada y consultora global para Avon.
A continuación, reproducimos algunos de sus tips.
Hay que usar un protector solar con FPS 30 como mínimo por la capacidad de protección contra los rayos UVA y UVB. Los rayos UVB causan quemaduras y cáncer de piel, mientras que los rayos UVA son responsables del bronceado y envejecimiento de la piel (también se asocian al cáncer de piel).
La línea Anew Solar Advance resulta ideal para proteger y revertir el daño de las células causada por la exposición solar. Cuanto más alto el FPS del protector solar, mayor es la protección contra los rayos UVA y UVB. Se debe emplear incluso en invierno ya que los efectos dañinos continuan durante esta etapa del año.
Mantenerse lejos del sol se transformó en una de las mejores formas de evitar el envejecimiento de la piel. Los suplementos de vitamina D se encuentran disponibles en cualquier farmacia y pueden proveer la cantidad que el organismo necesita a diario.
Atención: es falso el mito que indica que se necesitan los rayos del sol por razones nutricionales.
Usar anteojos de sol resistente a los rayos UV puede ayudar a proteger los ojos y el rostro, cuando no se puede evitar la exposición. Además, se evita fruncir el ceño de manera excesiva, lo cual puede desarrollar arrugas.
Si se consumieron grandes cantidades de café, té o alcohol durante el día, rehidratarse con agua. La cafeína y el alcohol son diuréticos al consumirlos en grandes cantidades, lo que hace que el cuerpo se deshidrate, abriendo así la puerta al daño de los radicales libres.
El principal objetivo del régimen para la piel durante la noche debería ser reparar y restaurar. Dos simples reglas a seguir antes de acostarte para obtener lo mejor de tu descanso.
Los radicales libres son sustancias nocivas que pueden atacar las células de la piel. Los antioxidantes como la granada, el resveratrol, las vitaminas C y E pueden contribuir a aplacar o destruir los radicales libres.
Muchos productos tópicos para el cuidado de la piel contienen antioxidantes, como los diversos productos de la línea especializada antiedad Anew de Avon.
Aunque resulte sorprendente, existen en el mercado productos para el cuidado nocturno de la piel que contienen FPS. No hay ninguna razón para utilizar un producto que contenga ningún grado de protección solar durante la noche. El protector solar puede obstruir los poros durante la noche, en contra del proceso de restauración de la piel y la acción de los tratamientos específicos.
Pueden transcurrir unas cuatro a seis semanas de uso constante de un producto para el cuidado de la piel para decidir si agradan los resultados o no. Utilizar una crema por un solo día o una semana, y cambiar de productos sin ninguna lógica, puede ser contraproducente en la búsqueda de un régimen de cuidado de la piel apropiado.
Cuanto más tiempo utilices un producto, más tiempo tendrá para actuar, derribando el mito que indica que la piel se vuelve resistente o se acostumbra a ciertos períodos luego de un determinado tiempo.
Igual que cuando uno se deshidrata, al dejar que la piel se reseque, se debilitan las barreras de la piel, permitiendo el paso al daño de los radicales libres y al envejecimiento. Es importante utilizar humectantes regularmente para rehidratar y ayudar a proteger la piel.
La Academia Americana de Dermatología (American Academy of Dermatology) advierte que los fumadores exponen la piel a toxinas que pueden acelerar los efectos del envejecimiento. La nicotina causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos en las capas superficiales de la piel, privándola de oxígeno y nutrientes. El tabaco contiene miles de otros químicos y constituye también una amenaza al colágeno y a la elastina de las células de la piel, dos proteínas esenciales para mantenerla sana. El daño proveniente de esos químicos puede causar el envejecimiento prematuro.
Uno de los mayores problemas de las personas es que hacen cosas de más. Especialmente los jóvenes, que suelen pensar que limpiar la piel de forma obsesiva puede prevenir el acné, y que embadurnarse con crema hidratante evitará las arrugas. Pero lo cierto es que la exageración puede jugar en contra de otras medidas de protección y restauración que se pueden tomar en el cuidado diario. Exfoliar y frotar muy fuerte puede comprometer las barreras que posee la piel, haciéndola más susceptible al daño. Utilizar demasiada crema hidratante puede obstruir los poros e inhibir la efectividad de otras cremas o serums que puedas estar utilizando al mismo tiempo.
¿En conclusión? Proteger, restaurar y reparar.
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