Rockología: un libro imprescindible para entender la década del 80 y la música popular argentina

El periodista Eduardo Berti logró en poco más de 200 páginas historiar y analizar con profundidad, y a la vez practicidad, el fenómemo cultural del rock nacional, haciendo foco en una etapa clave: los ochenta, cuando el movimiento llegó a un punto culminante en el mercado local (impulsado por la prohibición de pasar canciones en inglés en radios y TV, durante la guerra de Malvinas), y trascendió las fronteras para conquistar Latinoamérica.

Dueño de una pluma ágil y elegante, el autor de Rockología -que acaba de reeditar Galerna- incluye datos, estadísticas, anécdotas y testimonios de los protagonistas de la escena musical, desde autores e intérpretes (Lito Nebbia, Charly García, Pil Trafa, Fito Páez, Daniel Melero, Juanse, El Indio Solari y Gustavo Cerati, entre otros) a productores y otros eslabones de la industria discográfica y del mundo del espectáculo.

Con la ventaja de haber cubierto esos años como cronista especializado y, al mismo tiempo, la capacidad intelectual para tomar distancia -como si fuera un investigador-, Berti consiguió un texto, lanzado en una primera versión en 1989, informativo, preciso, atrapante, reflexivo y, como no podía ser de otra manera, con mucho ritmo.

Con sendos prólogos de los músicos Melero (figura emblemática de esos años) y del pionero setentista Miguel Cantilo, Rockología, cuyo subtítulo es Documentos de los '80, incorporó en esta recreación dos capítulos imprescindibles sobre dos grupos que dejaron marcas en las generaciones posteriores, y que fueron revalorizados con el transcurso del tiempo, tras las muertes de sus respectivos líderes: el Virus de Federico Moura y el revolucionario Sumo de Luca Prodan.

En síntesis, imprescindible volumen para descubrir una década fundamental del rock argentino, y en español, y, en simultáneo, acercarse, desde un costado original, a una etapa plena de cambios políticos y sociales, con la caída de la dictadura militar y el regreso de la democracia.