Julián Mandriotti, el último periodista que entrevistó a Anastasio Somoza, destruye, con información precisa y una narración trepidante que cautiva -sin baches- a lo largo de 573 páginas, la "historia oficial" acerca del asesinato del ex dictador nicaragüense en Paraguay, a manos de un supuesto comando guerrillero argentino, liderado por Enrique Gorriarán Merlo, el 17 de septiembre de 1980.
Con formato de novela, pero con la sustancia de una profusa investigación, La última muerte de Anastasio Somoza revela, tal cual promete el subtítulo, la historia oculta del asesinato del ex presidente de Nicaragua.
Con sagacidad, el ex enviado especial a Asunción de la revista Gente siguió una pista previsible y, paradójicamente, nunca explorada: ¿se podía organizar un magnicidio ante las narices del entonces todopoderoso Alfredo Stroessner, sin que éste o sus esbirros estuvieran al tanto?
¿Hubieran podido pasar inadvertidos ex combatientes sandinistas originarios de la Argentina, sobre todo si uno de ellos, Hugo Irurzún, medía casi 2 metros? ¿Y en plena vigencia del Plan Cóndor que permitía una represión conjunta en la región de los sanguinarios militares de la Argentina, Paraguay y Chile, entre otros países?
Como un sabueso inteligente y perseverante que no se conforma con la presa fácil, Mandriotti volvió a tierra guaraní después del crimen de "Tachito", en busca del premio mayor: la verdad nunca escrita sobre quiénes y por qué terminaron con la vida de Somoza.
Con un relato que recurre a la ficción para deleitar a cualquier lector fanático del espionaje o el thriller, y que no elude un homenaje al realismo mágico, Mandriotti, gracias a la ayuda de su alter-ego, Julián Armand, que protagoniza el libro, vive una verdadera aventura de acción, amor y suspenso que transcurre, al borde del peligro, en Nicaragua, Buenos Aires, Chile y Paraguay.
El periodista (en la foto, durante el reportaje a Somoza en su exilio asunceño) consigue reconstruir la trama escondida detrás de una versión que parecía contentar a las partes en pugna: los terroristas que tenían la misión de acabar con Somoza y al propio Stroessner y su entorno, que habían dado refugio a un personaje que terminó generando incomodidad a muchos, e incluso se convirtió en una obsesión insoportable para uno de los hombres de medios más poderosos de Paraguay, y ex yerno del omnímodo caudillo del partido Colorado.
En la conspiración contra "Tachito", irrumpe una figura polémica, reconocido por haber jugado a varias bandas durante los años de plomo: el ex agente de la temible DINA chilena, Rafael Mella Latorre.
También JM incorpora al relato a otro espía de Chile con actuación en la Argentina, Enrique Arancibia Clavel, quien apareció -hace pocas semanas- ultimado a cuchilladas en su departamento de Tribunales.
No hay que adelantar más: esta novela periodística, cuya segunda edición lanzaron Atlántida, Televisa y la Universidad Nacional de La Matanza, hay que leerla, disfrutarla y sorprenderse. Un verdadero hallazgo histórico, periodístico y literario de Julián Mandriotti. Imperdible.
Muy interesante tu post, lástima que no pueda conseguir el libro físicamente aquí en mi país (Perú). Igual gracias por la reseña. Saludos.
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