La encargada de los programas de RSE de la compañía petrolera, dio detalles sobre Desafío Joven, un plan que habilita know-how a emprendedores noveles, con la ayuda de mentores, profesionales y empresarios exitosos.
“Desafío Joven –comenzó la ejecutiva de la petrolera- busca canalizar tantas inquietudes de personas de entre 20 y 28 años que quieren tener su propio negocio, y el contexto muchas veces es desfavorable para que se inicien –más si no tienen algún modelo de padre o alguna otra figura que los inspire. Entonces, lo ven más lejano. Hay varias encuestas que demuestran que este tema, recién a partir de 2002, fue resurgiendo y se posicionó pero no todavía a un nivel como el que uno querría… En las escuelas la mayoría de los chicos suelen encontrarse con el modelo tradicional de trabajar para alguien, pero no ser ellos mismos motor de una empresa”.
“Tomamos a los jóvenes en esta primera etapa en la que sólo les pedimos que tengan entre 20 y 28 años y una idea que quieran transformarla en un negocio. Esos son los únicos requisitos. No hay exigencias de estudios previos… De hecho es el único programa en el mercado que –decía que después del 2002 surgieron muchísimos, y hay universidades trabajando muy fuerte en esta área- no requiere otra cosa que ganas de emprender y de traer una idea. Cualquier idea es válida, siempre que sea rentable. Tampoco tiene que ser la más innovadora”, aclaró Verónica Staniscia. “Lo que hacen –acotó- es inscribirse a través de ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas)”
“Muchos chicos se preguntan si les va a dar el tiempo porque estudian, trabajan… Todo es posible. Son aproximadamente 4 meses de trabajo con este otro componente tan importante que son los consejeros, gente del área de negocios, de empresas, que brindan su tiempo, son voluntarios, durante este tiempo, con una reunión cada 15 días o menos. La práctica demuestra que terminan enganchándose más los consejeros que los chicos. Y terminan teniendo reuniones semanales para acompañar a este joven en llevar esta idea a un plan de negocios”, aseveró la responsable de RSE de Shell a El Informatorio.
“Los ayudan –ilustró- escuchándolos: muchos llegan con ideas imposibles de concretar en la realidad. Cuando los bajan a la realidad y les muestran todo este tema de accesos, sobre todo en la parte de estudios de mercado… Desde la práctica y del día a día que enfrenta el empresario, muchos de los chicos se dan cuenta de que esa idea no va a ser viable. Lo que hacen es cambiarla, el programa lo permite; no necesariamente con la misma idea que te inscribiste tenés que concluir el programa…”.
“Van armándola sobre 8 pasos muy pedagógicos que están basados en un manual, que hicimos hace tiempo y que este programa de Shell es a nivel mundial, más allá de que se fue adaptando en cada contexto y cada sociedad. Por eso, en la Argentina lo que intentamos es canalizar las inquietudes de los chicos que menos posibilidades tienen de acceder a una universidad o no hayan terminado sus estudios secundarios. Intentamos que sea lo más simple posible el manual, les damos capacitación a los consejeros para que puedan desarrollar el plan de negocios en forma práctica y bien simple, y los acompañen en esta elaboración hasta el 31 de octubre que es la fecha indeclinable en la que tienen que presentar los planes, muchos consejeros están más contentos que los chicos de haber llegado a la meta”, dijo la encargada de Relaciones con la Comunidad de la compañía anglo-holandesa.
“Esto es un concurso y obviamente todas las propuestas que se presentan terminan con 10 preseleccionados y 3 ganadores. La excusa es el premio final… Todos los que pasan por esos 4 meses de trabajo conjunto con el voluntario han ganado la metodología y la experiencia de cómo a partir de una idea se llega a armar el plan de negocios”, abundó.
Según Verónica Staniscia, “no se premia tanto la originalidad. Al momento de evaluar los planes, para poder igualar a todos –apuntamos a los chicos que menos posibilidades tienen, pero también hay quienes están haciendo su carrera universitaria- tratamos de lograr un equilibrio. Sobre 100 por 100 de la evaluación final, 60% es aquella evaluación que hace el consejero con el chico en cada una de las reuniones, que a nosotros nos llega ese feedback a través de evaluaciones que hacen los consejeros. Cuentan si han hecho la tarea o no, qué actitud muestran ante los desafíos… Muchos consejeros dicen que el primer día los veían como pollitos, llegaban silenciosos y hasta con cierta vergüenza, y ahora abre la puerta y es “el empren-dedor”. Eso es lo que buscamos con el programa: lograr captar a esos chicos que tienen capacidad emprendedora y acompañarlos en este primer desafío”.
“En materia de números –reseñó-, Desafío Joven ha ido creciendo desde 2001 porque nuestro único requisito es la edad y que tengan una idea. Hablás de que tenés pares: cada consejero tiene, a su vez, su aconsejado. Era muy complicado al principio, sobre todo en la prueba piloto de 2001 saber cuántos consejeros íbamos a conseguir. Los chicos que querían participar del programa se iban a encontrar sin consejeros… Como primera prueba nos lanzamos con 100 vacantes y hoy en día tenemos 800 y vamos por más. En este programa han pasado en total –chicos que pasaron por todo el proceso- más de 4470 jóvenes. La mayoría de ellos tienen socios –los emprendedores se inician, por lo general, con 1 socio-, así que hay que sumarle otro tanto de socios que no están vinculados directamente con el programa en cuanto a la inscripción (porque siempre la hace uno)… Y cantidad de consejeros que pasaron por el programa, muchísimos, y tenemos como un staff estable de más de 300 que están ahí siempre dando su aporte. Y otros tantos que no participan de este proceso, pero sí participan de todo el proceso del programa… No todos se siente cómodos con estos 8 pasos pedagógicos para llegar a un plan de negocios, por ejemplo, hay quienes te dicen que cuando llegan al cash-flow para es terrible… Tenemos consejeros que han sido en otro momento consejeros del programa que ahora, por diferentes motivos, están como consejeros nuestros, que asesoran a estos otros consejeros en esos temas que resultan más difíciles de afrontar”.
“Más del 20% de los proyectos están en marcha, y hay otros que también están en marcha pero no con la misma idea que se presentaron al programa… Algo que también nos pone muy contentos. Porque aprendieron la metodología que es el fin de este programa también”, se entusiasmó.
“Uno de los casos que queremos mucho –porque seguimos en contacto- es el de unos chicos que son ingenieros y que trabajaron en un proyecto de biodiesel y han ganado Desafío Joven y lograron financiación a través del INTI y de algunas organizaciones más. Lo que intentamos, más allá de la idea que sea, es canalizar el espíritu emprendedor y ellos lo son. Ganaron el premio, se presentaron en el INTI… Desafío Joven no financia de manera directa porque no es el objetivo, pero sí abre puertas. Y tenemos acuerdos con el INTI, con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con el IAE… Tratamos de abrir canales para que los chicos después elijan su propia aventura… Estos chicos crecieron mucho y tienen su emprendimiento en marcha, gente empleada y les va fantástico abasteciendo algunos campos con este producto”, reveló la ejecutiva.
“Después hay muchos proyectos que se prestan a la exportación… Hay gente que exporta lombrices, arándanos… Y el último año quien ganó ha resultado también ganador del premio Innova, que se hace a nivel nacional (el otro día me sorprendía viéndolo por la TV)… El desarrollo un software que permite a la gente con problemas motrices operar la computadora, a través de un dispositivo que puede ser un sombrero, un anteojo, un audífono, cualquier cosa que se pueda colocar sobre la cabeza, y a través de determinados movimientos que realiza esa persona opera la computadora. Es algo nuevo en el mercado. Cuando él defendía su proyecto ante el jurado –tuve oportunidad de escucharlo-, cuando se llega a la instancia final, con empresarios de primer nivel, además del presidente de Shell, el de ACDE y otros empresarios como Norberto Lovaglio, de DHL… distintas personalidades del mundo emprendedor que les hacen preguntas muy puntuales a los chicos que no pueden creer que leyeron todo el plan de negocios… Y le pregunta cómo se le había ocurrido trabajar en ese proyecto, y él contestó que desde siempre le había interesado trabajar en el área de discapacidad, y buscaba algo que pudiera mechar entre discapacidad y su profesión (ingeniero)… Hablamos tanto de Responsabilidad Social Empresaria, cada vez más viene implícito en estos nuevos empresarios, emprendedores”, sostuvo Staniscia.
“Los requisitos –subrayó- son muy simples para participar de Desafío Joven: tener entre 20 y 28 años, tener una idea (cualquiera es válida), y tienen que inscribirse antes del 31 de mayo. Como nuestro único criterio de selección es la cantidad de vacantes, estamos calculando 800 para este año, hay riesgo de quedarse afuera. La idea es no esperar hasta el 31 de mayo, aunque la realidad demuestra que muchos lo hacen”.
“Además de los chicos, me encantaría convocar a los mentores que se pueden contactar con nosotros a través de desafiojoven@acde.org.ar, para que sean consejeros del programa. Muchos de los consejeros no pueden creer que aprenden –dicen- más que los propios chicos. Si tenemos más consejeros, vamos a poder contar con más vacantes… También pueden contactarse por teléfono al (011) 4342-4396”, concluyó Verónica Staniscia, Responsable de Relaciones con la Comunidad de Shell Argentina y encargada de los programas de RSE de la compañía petrolera.
“Van armándola sobre 8 pasos muy pedagógicos que están basados en un manual, que hicimos hace tiempo y que este programa de Shell es a nivel mundial, más allá de que se fue adaptando en cada contexto y cada sociedad. Por eso, en la Argentina lo que intentamos es canalizar las inquietudes de los chicos que menos posibilidades tienen de acceder a una universidad o no hayan terminado sus estudios secundarios. Intentamos que sea lo más simple posible el manual, les damos capacitación a los consejeros para que puedan desarrollar el plan de negocios en forma práctica y bien simple, y los acompañen en esta elaboración hasta el 31 de octubre que es la fecha indeclinable en la que tienen que presentar los planes, muchos consejeros están más contentos que los chicos de haber llegado a la meta”, dijo la encargada de Relaciones con la Comunidad de la compañía anglo-holandesa.
“Esto es un concurso y obviamente todas las propuestas que se presentan terminan con 10 preseleccionados y 3 ganadores. La excusa es el premio final… Todos los que pasan por esos 4 meses de trabajo conjunto con el voluntario han ganado la metodología y la experiencia de cómo a partir de una idea se llega a armar el plan de negocios”, abundó.
Según Verónica Staniscia, “no se premia tanto la originalidad. Al momento de evaluar los planes, para poder igualar a todos –apuntamos a los chicos que menos posibilidades tienen, pero también hay quienes están haciendo su carrera universitaria- tratamos de lograr un equilibrio. Sobre 100 por 100 de la evaluación final, 60% es aquella evaluación que hace el consejero con el chico en cada una de las reuniones, que a nosotros nos llega ese feedback a través de evaluaciones que hacen los consejeros. Cuentan si han hecho la tarea o no, qué actitud muestran ante los desafíos… Muchos consejeros dicen que el primer día los veían como pollitos, llegaban silenciosos y hasta con cierta vergüenza, y ahora abre la puerta y es “el empren-dedor”. Eso es lo que buscamos con el programa: lograr captar a esos chicos que tienen capacidad emprendedora y acompañarlos en este primer desafío”.
“En materia de números –reseñó-, Desafío Joven ha ido creciendo desde 2001 porque nuestro único requisito es la edad y que tengan una idea. Hablás de que tenés pares: cada consejero tiene, a su vez, su aconsejado. Era muy complicado al principio, sobre todo en la prueba piloto de 2001 saber cuántos consejeros íbamos a conseguir. Los chicos que querían participar del programa se iban a encontrar sin consejeros… Como primera prueba nos lanzamos con 100 vacantes y hoy en día tenemos 800 y vamos por más. En este programa han pasado en total –chicos que pasaron por todo el proceso- más de 4470 jóvenes. La mayoría de ellos tienen socios –los emprendedores se inician, por lo general, con 1 socio-, así que hay que sumarle otro tanto de socios que no están vinculados directamente con el programa en cuanto a la inscripción (porque siempre la hace uno)… Y cantidad de consejeros que pasaron por el programa, muchísimos, y tenemos como un staff estable de más de 300 que están ahí siempre dando su aporte. Y otros tantos que no participan de este proceso, pero sí participan de todo el proceso del programa… No todos se siente cómodos con estos 8 pasos pedagógicos para llegar a un plan de negocios, por ejemplo, hay quienes te dicen que cuando llegan al cash-flow para es terrible… Tenemos consejeros que han sido en otro momento consejeros del programa que ahora, por diferentes motivos, están como consejeros nuestros, que asesoran a estos otros consejeros en esos temas que resultan más difíciles de afrontar”.
“Más del 20% de los proyectos están en marcha, y hay otros que también están en marcha pero no con la misma idea que se presentaron al programa… Algo que también nos pone muy contentos. Porque aprendieron la metodología que es el fin de este programa también”, se entusiasmó.
“Uno de los casos que queremos mucho –porque seguimos en contacto- es el de unos chicos que son ingenieros y que trabajaron en un proyecto de biodiesel y han ganado Desafío Joven y lograron financiación a través del INTI y de algunas organizaciones más. Lo que intentamos, más allá de la idea que sea, es canalizar el espíritu emprendedor y ellos lo son. Ganaron el premio, se presentaron en el INTI… Desafío Joven no financia de manera directa porque no es el objetivo, pero sí abre puertas. Y tenemos acuerdos con el INTI, con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con el IAE… Tratamos de abrir canales para que los chicos después elijan su propia aventura… Estos chicos crecieron mucho y tienen su emprendimiento en marcha, gente empleada y les va fantástico abasteciendo algunos campos con este producto”, reveló la ejecutiva.
“Después hay muchos proyectos que se prestan a la exportación… Hay gente que exporta lombrices, arándanos… Y el último año quien ganó ha resultado también ganador del premio Innova, que se hace a nivel nacional (el otro día me sorprendía viéndolo por la TV)… El desarrollo un software que permite a la gente con problemas motrices operar la computadora, a través de un dispositivo que puede ser un sombrero, un anteojo, un audífono, cualquier cosa que se pueda colocar sobre la cabeza, y a través de determinados movimientos que realiza esa persona opera la computadora. Es algo nuevo en el mercado. Cuando él defendía su proyecto ante el jurado –tuve oportunidad de escucharlo-, cuando se llega a la instancia final, con empresarios de primer nivel, además del presidente de Shell, el de ACDE y otros empresarios como Norberto Lovaglio, de DHL… distintas personalidades del mundo emprendedor que les hacen preguntas muy puntuales a los chicos que no pueden creer que leyeron todo el plan de negocios… Y le pregunta cómo se le había ocurrido trabajar en ese proyecto, y él contestó que desde siempre le había interesado trabajar en el área de discapacidad, y buscaba algo que pudiera mechar entre discapacidad y su profesión (ingeniero)… Hablamos tanto de Responsabilidad Social Empresaria, cada vez más viene implícito en estos nuevos empresarios, emprendedores”, sostuvo Staniscia.
“Los requisitos –subrayó- son muy simples para participar de Desafío Joven: tener entre 20 y 28 años, tener una idea (cualquiera es válida), y tienen que inscribirse antes del 31 de mayo. Como nuestro único criterio de selección es la cantidad de vacantes, estamos calculando 800 para este año, hay riesgo de quedarse afuera. La idea es no esperar hasta el 31 de mayo, aunque la realidad demuestra que muchos lo hacen”.
“Además de los chicos, me encantaría convocar a los mentores que se pueden contactar con nosotros a través de desafiojoven@acde.org.ar, para que sean consejeros del programa. Muchos de los consejeros no pueden creer que aprenden –dicen- más que los propios chicos. Si tenemos más consejeros, vamos a poder contar con más vacantes… También pueden contactarse por teléfono al (011) 4342-4396”, concluyó Verónica Staniscia, Responsable de Relaciones con la Comunidad de Shell Argentina y encargada de los programas de RSE de la compañía petrolera.
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