“En países como Estados Unidos, Francia o Japón, para una persona de clase media sería casi descabellado no tener un seguro de vida. En la Argentina, nuestro mercado tiene todo por hacerse”, ilustró Jorge Kancepolski, Life Planner de Prudential Seguros, durante una entrevista con la versión radial de El Informatorio que se emite por Palermo FM 94.7.
Los trabajadores, a contramano de lo que sucedió en los 90 con la instauración de la jubilación privada, podrán optar por dejar las AFJP y volver al régimen de reparto, a la jubilación estatal. Este cambio, ¿afecta el panorama de los seguros de vida? El Informatorio, de radio Palermo, consultó a un especialista, el licenciado Jorge Kancepolski, Life Planner de Prudential Seguros.
¿Existe conciencia de lo que significa tener un seguro de vida en la Argentina? ¿O se contrata uno, por lo general, ante el temor a accidentes o a la inseguridad?, fueron los primeras consultas. Kancepolski dijo que “lamentablemente no existe conciencia. Buena parte de nuestra responsabilidad es trasmitir el valor del seguro de vida como instrumento de protección. En nuestro trabajo cotidiano cuando tenemos entrevistas con posibles clientes, intentamos que tomen conciencia de lo que pasaría con sus seres queridos si nuestro eventual cliente faltara… Pero es muy poca la gente que, por ejemplo, tiene la iniciativa de llamar a una compañía y pedir un asesor o una cotización: uno en mil, podría decirse. Se lo deja para más adelante…”.
“Así como en nuestro medio en las personas no vemos mucha conciencia explicó el licenciado Jorge Kancepolski-, pasa lo mismo con las empresas. Salvo las grandes corporaciones, nuestro trabajo es ir creando conciencia en las Pymes o empresas familiares de los beneficios que puede tener contratar un servicio para los empleados. Es un trabajo que hacemos empresa por empresa, como hacemos también persona por persona”.
¿Se puede hacer una comparación entre el mercado nacional y del internacional? “En países como Estados Unidos, Francia o Japón, para una persona de clase media sería casi descabellado no tener un seguro de vida. En la Argentina, nuestro mercado tiene todo por hacerse”, graficó.
“El problema que tenemos con la actividad nuestra –seguros de vida- es que no se puede contratar en ese caso (de peligro inminente como cualquier otro seguro). Una condición es estar sano, ser joven por un tema de costos; ser asegurable concretamente. Cuando se llega a una instancia crítica, no se está en condiciones de tomar un seguro de vida. Es una previsión que uno debe tomar cuando puede”, subrayó Kancepolski.
¿Cuáles serían las ventajas de tener un seguro de vida, además del obvio beneficio para los deudos? ¿Es una buena inversión? “Un seguro de vida es protección”, resumió el ejecutivo de Prudential. “Como inversión es bastante particular: no sirve para multiplicar lo que uno tiene hoy; sirve para garantizar –ya sea los ingresos de una persona o su patrimonio en caso de incapacidad o fallecimiento-. También desde el punto de vista de inversión tenemos en Prudential un tipo de seguro –diría único en la Argentina- llamado “seguro total”. Uno lo contrata, supongamos, por un monto de u$s100 mil. Si le pasa algo al asegurado antes de los 65 años, se cobra el seguro. Al cumplir los 65, lo cobra el propio asegurado. Así que es un excelente complemento para su jubilación”.
El mercado de seguros de vida en la Argentina, ¿cambió a partir de la crisis de 2001 y de la falta de previsibilidad, en ese momento, de las AFJP, y por supuesto del corralito financiero? “El mercado –respondió- cambió porque la crisis económica, financiera y política trajo también una crisis de confianza. En la situación particularmente crítica, estamos hablando del 2001, la gente tomó la peor decisión: que es como correr hacia una única puerta de salida en una emergencia. Canceló los seguros y retiró los pocos ahorros. Si uno tiene conciencia que un seguro es protección para los seres queridos, incluso en la crisis, la gente estaba con sus seguros vigentes y en caso de que le pasara algo la compañía iba a pagar. Uno escuchó mucha desilusión y enojo de personas que decían en este país no se puede invertir más a largo plazo, me estafaron… Pero no se escuchó ni se leyó que algo así como que, por la crisis, una compañía no pagó un seguro”.
¿Cuáles son las perspec-tivas para el 2007 del mercado de seguros de vida? ¿Influye esta ley que permite volver al sistema de jubilación estatal? “Como cualquier cambio de reglas siempre hay alguna preocupa-ción desde el punto de vista de la continuidad de cualquier marco normativo. Pero en nuestra actividad no tiene una influencia directa porque lo nuestro es un complemento. En cualquier caso, una pensión ya sea del Estado o de una AFJP es una mensualidad que se cobra a lo largo de mucho tiempo. Un seguro de vida es un monto que se cobra de una sola vez en un cortísimo plazo y todo junto. Es un buen complemento en todo caso. Pero también tenemos que tener en cuenta que muchísimas personas en nuestro sistema laboral no tienen aportes provisionales, y en ese caso la única protección es un seguro de vida”, señaló antes de despedirse el licenciado Jorge Kancepolski, Life Planner de Prudential Seguros.
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