Producto del infortunio o de fallas humanas y técnicas, los aviones en los últimos días no tuvieron buena prensa, al menos en Argentina y, sobre todo, Brasil donde se produjo el viernes el mayor desastre aéreo del país.Incluso una periodista del diario La Nación publicó el domingo la odisea que sufrió en México, donde se le adjudicaron valijas que no eran de ella y que pertenecían a una red de narcos.
En Europa, mientras hacemos este post, se produce el desenlace del secuestro de una nave de Turkish Airlines, con 113 pasajeros a bordo. Tampoco olvidamos, claro, que volar no es lo mismo desde aquel 11-S.
Delta Air Lines, por suerte, trae una noticia positiva ligada a la Responsabilidad Social Empresaria, al sumarse al mes de la concientización del cáncer de mama. Y nos devuelve las ganas de subirnos a los pájaros de metal de recorrer el mundo.
La aerolínea reafirma su compromiso, tomado en 2005, con la Fundación para la Investigación del Cáncer de Mama (BCRF), y ha pintado uno de sus Boeing 757 de color rosa, para aumentar la conciencia e incrementar la recaudación de fondos para investigación.
La BCRF es una organización sin fines de lucro dedicada a realizar investigaciones innovadoras, con el propósito de encontrar maneras de prevenir y de curar esta terrible enfermedad.
Además de pintar de rosa el avión, cambiando su tradicional rojo, blanco y azul, incorporará el logo de la BCRF, un lazo de color rosa, a la puerta de embarque.
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