sábado, 6 de mayo de 2006

En el exterior, ¿podrán tomar en serio el grito K en Gualeguaychú?

Ya sabemos que la polémica ONG Greenpeace calificó de "bochorno" el discurso de Néstor Kirchner en Gualeguaychú, Entre Ríos, contra la instalación de pasteras en el Uruguay. Ahora bien, algunas reflexiones con signo de pregunta que nos dejó el acto convocado por el presidente argentino, el viernes, para apoyar el reclamo ante la Corte Internacional de La Haya:
¿Puede tomarse en serio, como si fuera una cuestión de Estado (del Estado nacional y de cada uno de los argentinos, oficialistas y opositores), y de aval a K en la confrontación con Tabaré Vázquez, un mitín al que concurrieron apenas 40 mil personas, en el mejor de los casos?
¿Puede tomarse como representativo, a ojos del exterior, una movilización de dirigentes a la que sólo asistieron gobernadores que viven urgidos por recibir fondos desde la Nación, o intendentes en situación similar, forzados a la genuflexión hacia el santacruceño?
Por algo, no estuvieron los mandatarios provinciales que tienen cierta "independencia" económico-financiera de la Casa Rosada como el sanluiseño Alberto Rodríguez Saa o el neuquino Jorge Sobisch.
¿Puede resultar convincente este acto de "unidad nacional" con gobernadores "opositores" que están en idéntica necesidad de dinero que sus colegas del PJ, y encima creen que con esta foto resuelven el giro de recursos para el resto del mes?
Pese a la habitual mezquindad de querer asegurarse seguidores acríticos, Kirchner -o un estadista que creyera en una política de Estado por el tema papeleras- debería haber pensado en que la mejor manera de mostrar una absoluta "unidad" hubiera sido invitar -aún cuando no fueran a aceptar- a líderes de la "verdadera oposición" (no radicales amigos), como Elisa Carrió (ARI) y Mauricio Macri.
Incluso, podría haberlos dejado "off side" delante de todo el país por rechazar el generoso y patriótico convite.
Y, para reforzar esa imagen de unidad ante el mundo (¿no era por lo de La Haya la convocatoria?), podría haber pensado en tener cerca, no digamos a un Carlos Menem o un Eduardo Duhalde -ex secretario general del Mercosur-, al menos a don Raúl Alfonsín? Con uno de los ex presidentes, hubiera resultado suficiente para dar un efecto de cierta homogeneidad doméstica anti-pasteras.
En realidad, el encuentro en el Corsódromo de Gualeguaychú (¿"Corsódromo" tampoco suena muy serio que digamos?) no fue más que un ensayo del acto del 25 de mayo, cuando Kirchner pretende reunir en plaza de Mayo una multitud que acompañe su continuidad, o la de su proyecto, más allá del 2007.

1 comentario:

  1. Es posible que todo lo que digas sea verdad, pero el reclamo de Gualeguaychú es genuino y allí no hay banderas políticas. He escrito varios artículos sobre el tema por si quieres pasar.
    Nos leemos.

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