martes, 23 de mayo de 2006
Cómico stand up: las terceras partes siempre fueron ¡excelentes!
Sea por la imprevista y muy efectiva apertura musical del show. O la aún más sorprendente canción del final. Sea por el monólogo de Diego Reinhold sobre las calles de Buenos Aires (un ingenieso y muy divertido juego de palabras; un hallazgo). O su sorprendente número alla Gene Kelly que jerarquiza aún más este inteligente y desopilante show de monólogos. O por el histrionismo desopilante del autoflagelado e hilarante Peto Menahem. O las observaciones obsesivas, pero muy risueñas, de Martín Rocco.
Por todo eso, y los cientos de gestos, pasos y gags que no podemos mencionar por falta de memoria, y para no descubrir todos los trucos, resulta imperdible Cómico Stand Up 3.
Ni hablar de esa ironía y mordacidad de Sebastián Wainraich que, paradójicamente, no deja nada en pie a la hora de largar su speech en este espectáculo de stand up, que se presenta en el complejo teatral La Plaza, en la ciudad de Buenos Aires, de jueves a sábado, casi a medianoche. Cuando, por suerte, ya no quedan muchas opciones en la cartelera. No vaya a ser cosa que uno se confunda de rumbo y termine viendo algún engendro sofovichiano -hay surtidos- sobre la misma calle Corrientes.
La sintonía del cuarteto es tan aceitada y al mismo tiempo "tan espontánea" que el show fluye con naturalidad en medio de una interminable catarata de risas desde la cómplice platea. Ya no se lo extraña como en la versión anterior al genial Damián Dreizick. Y ese es un gran mérito.
Rocco, Menahem, Reinhold y Wainraich dan cátedra de stand up -y de comicidad de alto nivel-, y el público los aplaude de pie. Como corresponde.
M.M.
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