La frase no pertenece a un técnico de fútbol. Tampoco a un jugador. Sería lo más lógico en vísperas del Mundial de Alemania. La sentencia pertenece a Alberto Fernández (en la foto, rodeado de flacos, como corresponde). Para quienes no lo tienen: el jefe de gabinete de Néstor Kirchner. El de los bigotes prominentes, pero no tanto como los del otro Fernández, Aníbal.
"Los periodistas que critican al gobierno me hacen acordar a esos gordos de la platea que le gritan cosas al 9 porque no hace goles, como si ellos fueran Beckenbauer" (Alberto F. dixit, 22 de mayo de 2006, circa 10.20).
Lo acaba de decir ante el micrófono de radio Mitre, en diálogo con Lalo Mir y Ernesto Tenenbaum, quienes -dicho sea de paso- festejeron la cita del funcionario como si se tratara del humorista o imitador del ciclo.
Evidentemente, a juicio de este Fernández -"el número 2 del gobierno", tal cual lo homenajeó al aire Tenenbaum-, los periodistas que critican al esbelto Kirchner y sus colaboradores no merecen siquiera ser comparados con otras periodistas, los deportivos.
Sí con plateistas que vociferan, y que encima carecen de experiencia o conocimiento para hacerlo. ¿Hacía falta discriminar a los obesos para embestir contra la prensa?
Los periodistas que señalan aquello que no los gusta del PEN son simples espectadores y, deduciéndolo del prejuicio de AF respecto de los hinchas de fútbol con abdomen prominente, fracasados. Para colmo.
Si a criterio del jefe de gabinete los gordos de la platea están menos capacitados para criticar a los jugadores -ministros y Presidente- por su falta de estado físico, qué opinará Fernández (Alberto) de los periodistas que exceden el peso considerado normal, por caso, Jorge Lanata, Claudio Chiarutini o Charly Fernández.
¿Y si en la platea de gordos del ministro, primus inter pares, hubiera ex jugadores como Daniel Bertoni, Omar Larrosa, Mario Kempes, Leopoldo Luque o Américo Gallego, por mencionar algunas figuras sobre-salientes del fútbol argentino, con sobre-peso y al mismo tiempo "autoridad" para opinar? Es cierto, mi pregunta retórica tiene un lado Menotti (flaco): AF podría señalar que esos muchachos fueron campeones mundiales con la dictadura.
De todas maneras, señor ministro, el gordo de la platea, al menos uno de ellos -considérelo cuando vaya a la cancha de Argentinos Juniors-, podría ser, excepcionalmente claro, un Maradona que no llegó a descubrir el gran público, y sin acceso al by pass gástrico. Tengalo en cuenta cuando Usted le grite que se calle, que no es Beckenbauer para andar criticando.
También es cierto que puede tratarse, si lo ve en la cancha de Racing, de su colega de gabinete, Ginés González García. GGG -menos mal que suena a risa-, ¿se sentirá discriminado por Alberto? No, Julio De Vido, no. Es robusto, nada más. Igual que el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. Tampoco vengan con la pavada de que el venezolano Hugo Chávez tiene unos kilitos de más.
El debate sobre la libertad de expresión en el país tiene un nuevo capítulo. Los gordos, aunque Alberto no los autorice por razones obvias, pueden dejar su opinión. Por las dudas, si quieren evitarse un reto, no insulten demasiado al 9 (¿habrá aludido al goleador Kirchner o el mismo Fernández se considerará tal?).
Marcelo Mendieta http://elinformatorio.blogspot.com/
A todo este comentario del Sr. Fernandez, sobre los periodistas no obsecuentes con el gobierno, habría que agregar, o mejor dicho preguntarle, cual es el motivo, para que el Presidente, no recibiera a un periodista de la Nación,a pesar de que este diario pidiera hace casi 20 días dicha reunión, con motivo de cumplirse próximamente tres años de su mandato.
ResponderBorrarMe parece algo vergonzoso.